sábado, 21 de mayo de 2016

De los sólidos platónicos y los orbes

"Te transcribo de memoria la formulación tal y como entonces se me ocurrió y con las palabras de aquel momento:

La Tierra es el círculo que es medida de todo. Circunscríbele un dodecaedro. El círculo que lo circunscriba será Marte. Circunscribe a Marte con un tetraedro, el círculo que lo comprenda a éste será Júpiter. Circunscribe a Júpiter con un cubo. El círculo que comprenda a éste será Saturno.

Ahora inscribe en la Tierra un icosaedro. El círculo inscrito en éste será Venus. Inscribe en Venus un octaedro. El círculo inscrito en él será Mercurio. 

Tienes la razón del número de los planetas.

Lámina de Mysterium cosmographicum, de Johannes Kepler (1596)


Esta fue la ocasión y el resultado de este trabajo: y ahora conoce también mi propósito en este libro. Y por cierto, nunca diré con palabras cuánta satisfacción me produjo este descubrimiento. Ya no me pesaba el tiempo perdido, ni me incomodaba el trabajo, ni huía de las fatigas del cálculo; consumí días y noches hasta saber si la proporción que había expresado con palabras se acomodaba a los orbes de Copérnico o si más bien el viento se llevaría mis esperanzas. Pero si descubría que las cosas eran como pensaba, hice a Dios Óptimo Máximo la promesa de que a la primera ocasión haría saber a los hombres mediante la imprenta este ejemplo admirable de su sabiduría, pues, aunque esto no sea absolutamente completo y tal vez falten muchas cosas que se sigan de estos principios y cuyo descubrimiento podría reservar para mí mismo, sin embargo otros que están dotados de talento podrán proclamar conmigo desde el primer momento muchas cosas para gloria del divino Nombre y a coro cantar alabanzas al Creador Sapientísimo."

(Johannes Kepler, "El secreto del universo")

domingo, 8 de mayo de 2016

Un tránsito de Mercurio

El 9 de mayo, Mercurio alcanza su conjunción inferior con el Sol y se ubica entre éste y la Tierra, en esta ocasión, alineándose perfectamente entre nuestra estrella central y el planeta que habitamos. Esta circunstancia determina que vaya a tener lugar un tránsito de Mercurio -es decir, el pase de Mercurio por delante del disco solar-, aproximadamente entre las 13.15 y las 20.40 h de hora local peninsular.

Sólo se dan unos trece tránsitos de Mercurio por siglo. Aunque el fenómeno no será observable a simple vista y serán necesarios instrumentos de observación (si es que las nubes permiten ver el cielo, cosa que los meteorólogos auguran que será muy difícil), éste será el tránsito de los últimos 100 años con mejores condiciones para la visión.

Así pues, el heraldo solar, a quien habíamos perdido la pista desde finales de abril al aproximarse a su elongación y quedar su brillo borrado por la luz del día, va a aparecer de repente como un punto móvil sobrepuesto al disco luminoso del Sol. Un punto en movimiento que nos evoca a otro punto, en este caso inmóvil con respecto al Sol, que se encuentra en su centro y al que alude el símbolo astrológico de la estrella. Y este otro punto, a un centro del Cosmos que ¿dónde se encuentra?

El planeta Mercurio.