viernes, 12 de septiembre de 2014

Ofiuco y La Serpiente

Ofiuco (o Serpentario), situado entre Hércules y Escorpión, sostiene en sus manos una gran serpiente que atraviesa toda la constelación. La Antigüedad grecorromana lo relacionó con Asclepios (Esculapio), hijo de Apolo y de Coronis. Cuenta el mito que Coronis se dejó seducir por el mortal Isquis cuando ya estaba encinta de Apolo y que el dios la mató para castigar su infidelidad. En el momento en que el cuerpo de Coronis iba a consumirse sobre la pira funeraria, Hermes (o el propio Apolo según otros relatos) liberó al niño nonato del vientre de su madre.


Ofiuco y La Serpiente. Sidney Hall, Urania's Mirror. Londres, 1825.

Asclepios fue instruido por el centauro Quirón en el arte de la medicina y puso su ciencia al servicio de los mortales, realizando muchas curaciones y resucitando a muertos. El poder de Asclepios se convirtió en un grave perjuicio para el reino de Hades, y éste protestó ante Zeus. El dios olímpico, para evitar que el orden del mundo se alterase, decidió aniquilar a Asclepios con uno de sus rayos, y Apolo vengó el acto matando a los Cíclopes, gigantes forjadores de dichos rayos. Asclepios fue elevado al cielo tras su muerte, concediéndosele la inmortalidad y el rango de dios.

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